Serie: The Man in the High Castle

El resultado es bueno, pero no es perfecto.

Le tenía ganas a esta serie porque me gusta la temática de la Segunda Guerra Mundial tanto en documentales como en el cine. Además, si le añades el factor distópico que también es un género que me gusta bastante entonces tengo una mezcla perfecta.

El resultado es bueno, pero no es perfecto.

Para quienes no saben, la serie parte de la premisa de que el Eje gana la Segunda Guerra Mundial y Estados Unidos queda repartida en dos, los estados del Pacífico para Japón y El Reich Americano. Ambos separados por las montañas rocosas o la Zona Neutra.

Esta alianza está en constante tensión, y la amenaza de quiebre de la paz es uno de los puntos fuertes de la serie.

Algo que no logró convencerme fue el hecho de que supieran que existía nuestra realidad, donde ganan los Aliados. Algo que nunca me gustó en el cómic 1899[1] ni en el libro Synco[2], y aunque en este caso no debilitó tanto la premisa como en los ejemplos mencionados, sino que le añadió cierta complejidad, de todas formas dejó muchos cabos sueltos que no se resolvieron durante todo el desarrollo de la serie.

El personaje principal, Juliana Crain, es bastante molesto. Si no fuera por su belleza física sería intolerable ver la serie completa. El personaje rebotaba sin rumbo siguiendo una especie de voz que le ordenaba "hacer algo" aunque no sabía qué y se pasó media serie deambulando de un lado a otro. Arruinando la vida de todo el mundo a su paso, novio y familia incluida.

Me llamó la atención que Cary-Hiroyuki Tagawa hiciera un personaje "bueno", en general siempre lo vi como antagonista en casi todas as películas que recuerdo de él. Según mi hermano fue "como ver a Morgan Freeman haciendo de malo".

Sin embargo las dos primeras temporadas son muy buenas. Luego baja su calidad a partir de la tercera donde añaden un factor que siempre debe aparecer en cualquier serie aunque no aporten sustancia: gays. Que están ahí porque es lo políticamente correcto, pero no porque aporten mucho a la historia. Uno de ellos ni siquiera era gay en el libro, y más encima de ser un personaje principal de pronto se esfuma sin razón aparente.

Dicen que no se debe juzgar el libro por su tapa, quizás tampoco por su serie de televisión.

En cuanto a la estética, eché de menos algún zepelín como el Hindenburg pero evolucionados. Similar a los de la policía de Gotham en la animación noventera. Pero se ve que invirtieron mucho a nivel visual en esta serie.

La cuarta temporada fue un "meh" constante. En la costa pacífica tenemos a Japón, una monarquía (totalitaria) racial. En la costa atlántica tenemos al Reich con una dictadura (totalitaria) racial y surge en la cuarta temporada la BCR (Resistenca Comunista Negra), una ideología (también totalitaria) y racial. Apoyada nada menos que por China. Es decir, más de lo mismo con algunas diferencias menores. Entonces, me daba igual quién triunfara cuando todas las facciones son totalitarias. Más o menos lo mismo que me pasó al leer "Por quién doblan las campanas" de Hemingway: Comunistas contra Facistas, para mi son la misma caca con distintas moscas.

Pero es costumbre moderna hacer parecer al comunismo como algo lindo, poético. Cuando en realidad es una ideología genocida que ha cobrado millones de vidas. No solamente eso, la BCR reconoció que no sabrían reconstruir la civilización sin ayuda de la Yakuza. Aún peor, según lo que sabemos de China: jamás dan una puntada sin hilo ¿acaso entregarían armas sin pedir algo a cambio?

La Resistencia que parecía más libertaria de las primeras temporadas se funde en los primeros capítulos con la BCR y ¿qué queda para el futuro de América? Por ello el final es incompleto en mi opinión. Aún si se acabara el Reich (cosa que no creo), que algo malo se acabe no es necesariamente indicio de que lo siguiente será mejor. Es algo que hemos aprendido en la realidad (ej. Libia) o en la ficción (ej. The Mandalorian).

Pero también es un final incompleto por muchas más razones: ¿realmente el Reich americano se rinde por la muerte de John Smith? En la vida real cuando muere el líder de una mafia, este es reemplazado por otro y el tema sigue igual. Además a esas alturas el Reich ya tenía experiencia de sobrevivir la muerte de sus líderes.

Hablando de John Smith, siendo un personaje tan complejo en cuanto a su inteligencia y su posterior conflicto interno, al final termina como el arquetipo nazi antagonista de cualquier cómic barato.

Al final, cuando se abre el portal a otras realidades (ni idea cómo los rebeldes lograron abrirlo a más de una al mismo tiempo)¿Qué hace tanta gente cruzando de otras realidades hacia esa donde el Reich conquistó América y que además tendrá una costa pacífica hundida en la miseria del comunismo? ¿Cómo llegaron todos al túnel en las minas para empezar? ¿Y qué harán luego? En verdad, en muchos sentidos no fue un buen final. La América alternativa conquistada por el totalitarismo monárquico, nazi y finalmente comunista, no tiene mucho futuro feliz, ni menos tiene el potencial de ser una tierra fértil para "inmigrantes" de otras realidades.

Dicho todo esto, y si aún llegas a leer esto. Los encargados del casting hicieron muy buen trabajo escogiendo mujeres hermosísimas para las mujeres y esposas nazis. Incluso Helen, ya pasada en kilos, debió tener un buen pasado en su juventud. Destacando la esposa de Rudolph Wegener y la joven lebensborn Nicole Dörmer, que para variar la hicieron lesbiana. Ni que fuera una serie de Netflix. Pero el casting no fue tan generoso escogiendo japonesas, incluida la princesa que más bien parecía un marshmallow sin mucho brillo. IMHO.

[1] Cómic donde en la Guerra del Pacífico se encuentra un yacimiento de Metahulla, una especie de carbón con mucho más potencial energético que explota en un accidente catastrófico, pero a su vez genera una revolución Steampunk que convierte a Chile en una super-potencia. Aunque ya sabemos en la realidad que abundancia de riquezas naturales no es sinónimo de desarrollo país.

[2] Libro donde jamás hubo golpe de estado en Chile en 1973. Cuya premisa parte bien, pero a partir de la mitad del libro es solamente relleno. El mismo autor ha escrito varios libros más de pseudo-historia. Pero gracias a que no me gustó Synco, no leí nada más de él.