Worth

¿Cuánto vale una vida?

¿Cuánto vale una vida?

Esa es la premisa de esta película sobre el ataque del 9-11 a las torres gemelas.

Luego de ella, el corporativismo asqueroso gringo, por presión de dos aerolíneas. Decide crear un fondo de compensación a los familiares de las víctimas, y así ahorrar dinero y mala fama en juicios interminables.

El Estado debió dejar que las aerolíneas quebraran. Total, cada vez que se mete el Estado, crear problemas que deben arreglarse creando una cadena de más y más problemas.

Batman Lawyer toma la batuta con un método matemático para aterrizar la indemnización, pero su primer error es colectivizar a las víctimas.

Las agrupa en una especie de conferencia donde todo sale mal. Cada palabra es malinterpretada. Los familiares menosprecian cualquier suma porque obviamente para ellos no hay monto que les devuelva a sus seres queridos y quizás eso podría haber sido un foco introductorio: No estamos pagando por una vida que se perdió, lo que queremos es ayudarle a continuar con su vida a quienes quedaron desamparados.

Crear el entorno para ayudarles a superar el momento, y luego ser capaces de valerse por si mismos. Que se supone: es el núcleo del sueño americano.

Luego, Batman Lawyer ve la luz y se da cuenta de que en lugar de colectivizar y atribuir números basados en fórmulas, lo más efectivo era un tratamiento individual. Uno por uno, por mucho tiempo que tomara, resultaba ser lo mejor.

Las planificaciones centralizadas fallan cada vez, por mucho que se crea que unas mentes brillantes podrán resolver el problema original y concebir una fórmula que se ajuste a las necesidades individuales. Esto jamás pasa.

Como dijo Milton Friedman, en el mercado si quieres una corbata verde, vas y consigues una corbata verde.