Estamos a horas de un evento político que todos saben de su importancia, pero pocos la quieren explicitar en público. Hay un ánimo, un aire y una emoción de victoria frente a un despotismo inhumano de este gobierno que nos inunda de energía, de esa que poco nos quedaba luego de más de tres meses encerrados en nuestras casas, con distantes flashazos de lo que significó una de las movilizaciones más grandes de la historia de este país.
Creemos importante recordarles a quienes los leen por qué estamos en uno de los momentos político sociales más importantes de los últimos meses, y cuáles son los caminos que se abren.
1) La vuelta de mano del pueblo hacia el gobierno
Se siente una victoria, a pesar de que no lo sea. Se siente que tenemos poder, a pesar de que no hemos ganado nada, y que el retiro de fondos es una salida de emergencia para una situación atípica. Sentimos satisfacción de venganza, de haberle dado vuelta la mano al gobierno por mucho dolor que nos ha causado, a pesar de no haber hecho nada concreto ni grandes movilizaciones a favor del retiro de las AFP.
Pero algo sí es más seguro y coherente con nuestra emoción: le tienen miedo al pueblo. quienes gobiernan este país se sienten acorralados, que ninguna artimaña les funciona, que nada atemoriza a la gente. Le tienen miedo a Octubre, le tienen miedo al porvenir, le tienen miedo a lo que fuimos capaces de hacer y que aún no olvidamos. colapsa la obediencia ciega de la gente frente al poder económico.
Esperemos ese sentimiento se perpetúe y profundice.
2) La apertura a la discusión de la estructura económica del país
Hablar de las APF es hablar de las estructuras mismas del sistema político, económico y social chileno. desterrar las AFP no sólo recupera nuestra soberanía frente a nuestro dinero, sino que abre la posibilidad de comenzar a discutir sobre la soberanía completa a todo el sistema financiero del país, significa una posibilidad cierta de acabar de una vez por todas de la desigualdad horripilante que vive Chile. Es momento de dejar de financiar empresas corruptas, de financiar los créditos que a nosotros mismos nos realizan, de jugar con el porvenir de nuestros abuelos, de una vez por todas hacer un Chile más justo.
No debemos engañarnos, ya se está hablando de que, si esta ley llega a salir aprobada y promulgada, nos vamos a dar cuenta que ese dinero no existe, y nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá mañana con a bolsa de comercio y el valor de las acciones de administran las AFP. Sin embargo, en estos días nos veremos de cara a la verdad y tendremos que ser hábiles y maduros para tomar las decisiones que debamos tomar, y movilizarnos contra quienes sean responsables.
poco a poco se abre la ventana donde el colapso del país (o de la forma en que lo pensamos) sea inminente.
3) El quiebre total de la derecha chilena
Llevamos semanas leyendo atentamente cómo la derecha lentamente se fractura y no sólo por personalismos políticos, sino cómo ideológicamente cada uno de sus partidos comienza a manifestar distancias insalvables unos de otros. Mario Desbordes con una muñeca envidiable ha provocado que un grupo de parlamentarios renuncie a la bancada de RN, grupo que busca quitarle el trono en el partido y juegan su última carta, en una clara señal de amenaza de irse (probablemente al Partido Republicano de José Antonio Kast).
El avance del parto de una nueva derecha se acelera, donde el conservadurismo y la defensa a la constitución dictatorial redobla su dureza, mientras una nueva derecha populista comandada por Desbordes intenta salir airoso para enfrentar el nuevo Chile que correctamente han leído. las viejas coaliciones mueren y las nuevas tardarán en surgir.
Señoras y señores, disfruten el colapso.
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