Cuando se le pregunta a un Cientista político respecto de los grupos independientes y la crítica a las elites políticas, se responde de una manera lapidaria, sentenciosa y definitiva: “No existe la democracia sin partidos políticos”. No importa si es un progresista o conservador, desde el gran espectro político es una verdad que desde el 15 de Noviembre han intentado sellar intempestivamente.
Pero la era de los partidos políticos está terminando. Poco a poco, en todas partes del mundo, pasamos a una época de una democracia sin partidos, sin mediadores. Lo que se cristalizará es el partido político plebeyo del futuro que tomará los deseos, temores y esperanzas populares por un país mejor, modelo que se generará al mismo tiempo en distintas partes del globo.
Presentamos acá las bases que el Partido Plebeyo del futuro deberá tener para la verdadera dignidad y soberanía del pueblo.
Preceptos esenciales
- El partido político no será tal: Será un “animo”, un deseo, será un sentir y un ethos. En el caso de mayor estructuración, un movimiento. Su legalización como tal es meramente instrumental en una institucionalidad en decadencia.
- El partido político del futuro no tiene la razón: la tiene el pueblo que construye, pues ambas son una, en una simbiosis donde los límites entre ambos son indistinguibles.
- El bienestar económico, social, cultural, espiritual y psicológico de las personas y comunidades es la única gran misión que este partido tendrá. Cualquier interés mezquino e individualista será desplazado.
Estructura del partido
Los anteriores preceptos esenciales no pueden ser lo único; cualquier agrupación podría apropiárselos. Los preceptos deberían estar acompañados de una estructura antiburocrática y liviana, que por diseño mantenga el poder distribuído. He aquí su propuesta:
- Somos la gente común, con sus penurias, pesares y alegrías, quienes día a día trabajamos por el pan diario, los plebeyos que recurren a todos los métodos de subsistencia, y ahora tomamos las riendas de nuestro propio destino. Nuestro enemigo es todo aquel que nos roba nuestra humanidad y dignidad.
- No jefes, no líderes, no padrinos. El partido es su gente y la gente es su partido. Estructuras burocrática cero, la horizontalidad es su gran principio y modelo de acción.
- Cargos rotativos y elección por sorteo. El partido deberá darle la manutención básica a quienes se les elija. Evitar un monto excesivo, pues atrae personas que sólo les importa el dinero.
- La dirigencia será sólo mandatada, de personas comunes y corrientes. Sospechamos de todo aquel que no experimenta día a día las cadenas de la opresión, la injusticia social y las carencias materiales.
- Nadie que provenga de algún partido político podrá ser miembro pleno del partido político del futuro. Se discutirá cuánto será el máximo de años en militancia y tiempo fuera de ese partido para integrar de manera paulatina
- Nuestras propias apps permitirán comunicación, retroalimentación y mandato directo, instantáneo, distribuído y descentralizado de las decisiones políticas. Poder y revocación del poder en un click.
- La independencia tecnológica es clave en la sobrevivencia del partido político del futuro, evitando la vigilancia Estatal y empresarial. El software libre es su camino.
Posdata: Otros partidos nacerán y tomarán como referencia estos puntos, tomando parcialmente algunas cuestiones de forma instrumental. Si no tiene todo lo que acá se presenta, sospechen de ello
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